Lauren Bacall, nacida Betty Joan Perske, vino al mundo el 16 de septiembre de 1924 y nos dejó para siempre el 12 de agosto de 2014. Se convirtió en gran dama del cine negro gracias a las películas que protagonizó junto a Humphrey Bogart, Tener y no tener (1944), El sueño eterno (1946), La senda tenebrosa (1947) y Cayo Largo (1948). Tras la muerte de su amado Bogart, demostró sus virtudes para la comedia en Cómo casarse con un millonario (1953), junto a Marilyn Monroe, y Mi desconfiada esposa (1957), con Gregory Peck. También triunfó en Broadway, como protagonista de dos musicales, Applause (1970) y Woman of the Year (1981).
En esta galería fotográfica, comentada por Víctor Arribas, se resume una carrera legendaria y admirable, con la temperatura del Hollywood clásico.
No mueres, adorada Slim de Martinica. Eres eterna. Como el bourbon que te reserva Bogey.
Me pregunto cuántos de los que hoy hablan e informan de Bacall han visto Cayo Largo. O La senda tenebrosa. O Mi desconfiada esposa.
Howard Hawks fichó a Lauren Bacall para Tener o no tener cuando su esposa, Nancy "Slim" Keith, vio esta portada en Harpers Bazaar.
Pruebas de estilismo de Betty para Tener y no tener. ¡No sabía nada el viejo zorro de Indiana!
Howard Hawks y Bacall en 1943. La imagen pertenece al archivo del periódico Los Angeles Daily News.
"Si me necesitas, silba. ¿Sabes silbar, no? Juntas los labios y soplas”.
Hoagy Carmichael da vida a Cricket, el pianista del hotel. Bacall interpreta la canción "How Little We Know," escrita por Carmichael y Johnny Mercer.
John Huston charla con Humphrey Bogart y Lauren Bacall durante el rodaje de Cayo Largo (1945).
Fumando en un momento de la filmación de Cayo Largo. Por estas fechas, su romance con Bogart pasaba por sus momentos de mayor intensidad. Así lo cuenta en sus memorias: "No había forma de que Bogie y yo estuviéramos en la misma habitación sin que fuéramos uno en busca del otro. No era solo una cuestión física. Esa atracción física era muy fuerte, pero la realidad es que era todo, cabeza, corazón y cuerpo, lo que nos unía al mismo tiempo".
Harry S Truman toca el piano mientas Bacall lo acompaña en la National Press Club Canteen. (10 de febrero de 1945).
Howard Hawks y los suyos, reunidos durante el rodaje de El sueño eterno (1946).
Miradas felinas.
Junto a Kirk Douglas en El trompetista (1950).
Una de las joyas de mi biblioteca de Cine: By Myself. "He descubierto –cuenta la actriz en este libro– que soy una persona valiosa. He cometido errores. Muchos errores. Y aún habrá más, y de los grandes. Pero pago por ellos. Forman parte de lo que soy... Sigo siendo tan vulnerable, romántica e idealista como cuando tenía quince años y me sentaba en una sala de cine, imaginando ser como Bette Davis."
La despedida de un viejo amigo. Bacall y el Duque en El último pistolero (1976).
Roland Godefroy retrató a Lauren Bacall en el Festival de Deauville (1989). El glamour y el misterio no la habían abandonado.
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